
Bienvenido a mi mundo, me dijo alguien una vez.
Que complicados somos los humanos, que difícil es intentar creer en las personas.
Somos los únicos seres que tropezamos mil veces con la misma piedra, criticamos sin piedad, perdonamos sin olvidar, y decimos amar cuando en realidad no sentimos nada.
No me excluyo de cometer alguna de las anteriores, pero si considero que he tratado de hacer las cosas bien, aunque ultimadamente estén saliendo algo extrañas. Hay veces debo recordar algo que solía hablar mucho con mi psicóloga, no puedo controlar ni los emociones ni los sentimientos de las personas, no soy dueña de nadie, días como hoy en que me frustro porque no tengo el control, porque estoy confundida, porque no tengo poder sobre emociones de los demás, me pregunto ¿Es necesario todo esto?. Ya estoy cansada de sentirme en esta ruleta rusa, y que todos se bajan, otros más suben y yo sigo aquí, dos días arriba cuatro abajo. Hasta cuando voy a seguir llevando conmigo las heridas que otros han hecho en mi.
Días como hoy le pido a Dios que me ayude a creer en las personas, quiero creer en la palabra de los demás, y no desconfiar de cada movimiento que hacen, quiero ver mejora, quiero sentir la mejora, quiero encontrar eso que ando buscando desde hace mucho tiempo, y aunque no se que es se que todavía no lo he encontrado.
Me he equivocado tantas veces cuando digo "ya lo tengo todo"... Que días como hoy me digo ¿Que tienes Mariana?... Mio propio creo que nada.
Señor ayudame a aceptar las cosas que no puedo cambiar.
Dame valor para cambiar aquellas que puedo.
Gracias por haber quitado de mi camino las cosas/personas que no me convienen.
Siguelo haciendo Señor así duela.
Estoy haciendo mi mejor esfuerzo Señor, se que lo sabes.
Tu conoces mejor que nadie mis necesidades.
Llename de paciencia Señor.
Yo creo en ti, te amo.